CAPITULO I. TRES
Todo tiene importancia en la vida hasta que deja de tenerla. La vida va pasando y sin darte cuenta vas cambiando poco a poco tus gustos, tus preferencias, tus deseos. Sin embargo a veces, solo a veces, ocurre algo tan bestial que cambia toda la percepción del mundo que hasta ese momento has ido creando. En nuestro caso, ese "algo" tiene nombre. Y cómo no, tenía que ser de mujer. Apareció... cruzó su mirada con la nuestra... y todo fue distinto.
Años después Enrique Racing vuelve a logralo

Desde su Esencia de motero viajero, Enrique Racing no ha dejado de estar presente en mis escarceos diarios por la pantalla, lo que la verdad es justo agradecer pues de forma inconsciente me mantiene "conectado" al mundo de las motos.

Y fue así como me enteré de que fruto del trabajo de su última aventura, la Boutique RB Cantabria, organizaba un encuentro... de viajeros para viajeros.

Miré al Capitán, llevaba parado meses... y pensé... Qué demonios! Ya está bien!

Muchas gracias Enrique por hacerme sentir igual!





Altaïr Co. vuelve a la concentración de amigos... sin ellos.

Un tributo. Un queremos volver. Un vamos a hacerlo. Un quiero volver a vivirlo. Recordar el espíritu que allí sentimos. El calor de los corazones reunidos. Corazones viajeros.

Hoy viajamos la vida. Nuestras máquinas de aventura duermen tapadas a la espera del momento. Del momento de saltar a la duda de lo nuevo, la aventura del viaje sobre ruedas.

Si es que la incertidumbre de la vida, la aventura diaria, la aventura de crecer nos deja volver... allí donde los corazones viajeros se abrieron.








Fotos de moto en nieve
J. Isi revisita su idea de la nieve

Contar a alguien que tu moto es feliz pisando cuanto más nieve mejor es algo más que complicado. Y mucho más que te crea.

Para ello nada mejor que convencerle de que lo pruebe por sí solo. Y fue así como en la fria mañana de un Domingo la nave Oimiakon viajó a las montañas del norte para darse un paseito por lo blanco.

Cuanto más nieve mejor.

Pura aventura.







Vega Ice Run
VEGA ICE RUN 2.99 El primer Ice Run sin Vega... y sin nieve

Nuestra cada vez más tradicional escapada navideña fue este año más corta y cercana... pero no dejó de tener su puntillo aventurero.

El día en el que el tiempo menos acompañó decidimos llevar a Oimiakon a dar un paseo por la nieve... aunque luego resultó que la lluvia se la habia llevado.

Pero en realidad la ausencia de lo blanco no nos quitó ni un poquito la emoción de viajar con la nave del frio...

Además ya nevará en Marzo...













Dicen que hasta que no pierdes algo no aprendes a valorarlo, o simplemente no te das cuenta de lo mucho que lo querías. O necesitabas.

Y esto es algo que cada vez que sacamos del armario a los antiguos Altair Co. ronda mi cabeza...

Un finde "largo" por delante con la "soledad" de Oimiakon y separados de Vega.

Un montón de kilómetros de asfalto por recorrer hasta llegar a nuestro destino.

Kilómetros cuadrados de tierra y piedra.

Kilómetros cuadrados de aventura.

De pura aventura.

Y aunque el tiempo no acompañó mucho (conoceis a alguien más a quien le haya llovido en casi todos los desiertos de Europa?) nos medio respetó.




Lo de Oimiakon con el frío no tiene remedio. Tras una semana practicamente privameral tuvimos la suerte de podernos sincronizar con los Lobos para darnos unos "paseos" por las Tierras Altas.

Y como no podía ser de otra manera, el frío nos acompañó. Y no nos dejó hasta llegar a casa.

El día fue muy especial pues Juan y Vanesa tambien se apuntaron a comer...

Y encima... hubo barro! Mejor imposible.













Hay cosas que no pueden evitarse. Hay cosas que son porque son y porque no pueden ser de otra manera.

Así es Oimiakon. La nave que vino del frio...

... siempre termina bañada en él.

Y la preparación del Vega Ice Run... requiere de cierto entrenamiento, así que hoy... dia fresco, Oimiakon y yo nos hemos decidido a ir preparando nuestra ruta más invernal. Eso sí... tengo la suerte de no desayunar solo.














El retorno al espíritu de la aventura. Vuelta a lo más intimo de la molécula que tras la infección del año 2001 aún pervive en nosotros.


Un ambicioso plan nos embargó. Si nos vamos a recorrer ciertos embalses en los prepirineos... ¿por qué no llevarnos a la nave Oimiakon?

Y fue así como la larga caravana que comandabamos llegó a las Tierras altas del Norte con un gran desafío. Recorrer con el Dersu Uzala las frias aguas de los embalses de Santa Anna y Canelles y recorrer con Oimiakon buena parte de las pistas de los Pirineos Centrales. Para ello naturalmente contaríamos con la buena ayuda del por entonces recien estrenado Lord 117.

Todo comenzó estupendamente y las primeras jornadas fueron mucho mejor de lo que nos habíamos temido inicialmente (el pesimismo implicito del viajero).

Y cuando le llegaba el turno a Oimiakon... tuvimos que volver corriendo a casa.



Ver las fotos

Cuando se acerca el aniversario de uno, y hasta ahora casi siempre ha sido así, todo empieza a tomar mejor color. Las luces del sol comienzan a encenderse cuando deben, y mejor aún, se apagan cuando tambien lo tienen que hacer.

El trabajo comienza a soltar un poco las riendas, aunque la espuela sigue golpeándo (claro, si no, no sería trabajo).

Este año fue muy especial. Un montón de cosas se nos juntaron. Cosas que finalmente se han resuelto todas con final feliz.

Y Cris preparó este viaje...














Como siempre en las ideas excepcionales, la idea no fue mía. Corrió a cargo de Nachete que estaba como loco por sacar a pasear su Quad Neo. Y hasta sus tierras nos desplazamos Oimiakon y yo, dispuestos a despedir al invierno como se merecía.






















El primer viaje de Vega en Oimiakon no podía ser un viaje cualquiera... Así que aprovechamos este inesperado día de Febrero para dar a Vega su bautizo en moto y... hielo, los tres en Oimiakon, la nave que vino del frio.

Como la ruta estaba realmente espectacular, papá se quedó con ganas de más...

... así que una semana después, Oimiakon y papá, se fueron a recorrer las montañas en profundidad, con más frio, más viento... y más hielo.















La Primera excursión del año. Buscando la nieve terminamos en Buitrago de Lozoya, ciudad que vive entre la villa y la montaña.

Vega conoció la nieve y el Das Boot nos dió un sustó perdiendo completamente la tracción sobre el hielo al incorporarnos a la carretera.

Aventura, frio y duda. ¿A qué os suena?














Además de tener la suerte de ser un día espectacular en pleno mes de Diciembre de 2011, esta pequeña excursión fue muy importante para todos nosotros, entre otras cosas, porque fue la primera excursión de Vega.

Si, Vega ya habia salido de casa, habia paseado e ido a infinidad de sitios con nosotros. Tambien habia visto ya el mar y se habia enfrentado a "grandes viajes".

Pero este fue el primer viaje, en el que Vega viajó por placer... a un lugar que no por cercano de casa carece de belleza, interés y grandeza.








Comienzo del Libro Segundo de nuestra vida.

Inicio. La alimentación inunda cada uno de nuestros circuitos. Cada uno de nuestros componentes siente la llegada de la vida. Tratamos de (re)iniciar el sistema operativo de nuestra existencia. ¿Que sistema operativo?. ¿Cual es nuestro marco?.

Dolor. Enfermedad. Hospital. Almas que revolotean alrededor. Personas que lloran en una sala de espera. Nuestra nueva vida espera en casa...

Y de repente. Sin avisar. Todo cambia y parece normal. Todo parece como si nada hubiera pasado.

Como si nada hubiera cambiado.

Y así... surgió este viaje. El primero de una nueva era. Un viaje que tenía un poco de todos los de la otra era. Un viaje... que quizás reunió todo lo que ha sido nuestra vida hasta ahora... y dibujaba, si creo que lo dibujaba, lo que nos espera en el futuro...


... y es que un poco, solo un poco si que estamos locos.... o ¿acaso están locos los demás...?