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En el mundo de los vivos
30 Septiembre 2008


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Casi 1.100 dias separan esta instantanea del pasado 2 de Agosto de 2008, el dia que todo empezó. O el dia en el que todo empezó a casi terminar.

Desde que volvi al mundo de los vivos aún no habia llegado el momento de zarpar.

Hoy el Capitán ha vuelto a navegar. Un breve paseo con Altair hace unos dias habia sido mi único contacto con el viento.

Lo he tenido que pensar varias veces antes de sacarlo del garaje.

Está claro que este cuerpo ha disfrutado de mejores formas, pero al final he sido capaz de arrancarlo y viajar a la oficina.

Tranquilo. NO hay prisa. Disfruta.


Un improvisado viaje a Madrid ha puesto la guinda al día. La temperatura era buena. El tráfico hasta la ciudad pesado pero aceptable. El capi cortaba el tráfico con facilidad. Yo apenas le aguantaba.

La salida de Madrid fue peor.

Tras superar la viscosidad de los primeros kilometros de la N-VI el Capi se lanza por el carril Bus-Vao dejando atrás a un nutrido de más ausentes conductores.

Tranquilo. No hay prisa. Disfruta.

El brazo aún me molesta. ¿Quedara bien algun dia?

La tranquilidad temporal del Bus Vao demuestra que efectivamente es temporal. Coches llegan por proa.

El Capi desciende con lentitud su ritmo.

Un coche da paso al que me precede.

Éste acelera. El Capi le sigue. Otro coche queda a la derecha.

Una mancha morada llega por estribor haciendo que instintivamente nos inclinemos hacia la izquierda. La mancha morada, que resulta ser una kawasaki matricula ZG aprovecha el espacio para balancearse a su izquierda y coger angulo para sobrepasar al vehiculo que ambos teníamos a la derecha.

No se el porqué.

Tranquilo. No hay prisa. Disfruta.

Algo se encendendía en mi interior.

Mal está que los conductores de coche vayan como van. Mal está que el mundo conductor español ignore practicamente a los conductores de moto.

- Moteros! pienso. - Ganas de crear sectas y grupos en los que sentirse incluidos. Macarra!.

Un leve giro de mi muñeca derecha.

La izquierda tambien me molesta pero no evita que la palanca de embrague de paso a una nueva velocidad de la ruidosa caja de cambios del Capitán.

Poco a poco la mancha morada va apareciendo al otro lado de la pantalla.

Circula por el carril de la derecha aproximándose velozmente a un coche. El Capitán tambien.

Desacelero al Capitán para no acercarme más. Nos mantenemos a unos 60 m. de la kawasaki. Ésta se va a cercando agresivamente al coche.

Desciendo dos marchas. El Capitán acelera violentamente. Mentalmente trazo la trayectoria de adelantamiento de los dos vehiculos que me preceden. Pasaré cerca de la kawasaki.

En decimas de segundo el Capi me lleva a la altura de la mancha motera. Su conductor es grande, viste cordura. Lleva la chaqueta abierta. Pone el intermitente izquierdo.

Nada nos detiene. Pasamos muy cerca.

El conductor agresivo protesta, levanta la mano.

No tengo tiempo para mirarle.

Cerca de los 180 el Capi llega al desvio de las Rozas. Allí el Bus-Vao muere quedandose en un solo carril de incorporación a la N-VI.

Llego al final del carril a tiempo de adelantar a un coche. El Capi lidera la formación durante el inicio del trayecto de un solo carril. El coche me sigue a unos 100 m. Veo como la luz de la kawa entra por el breve arcen adelantando al coche y acercandose rapidamente a nosotros.

Se coloca en mi ángulo muerto de la izquierda. Apenas siento su rueda delantera.

Desacelero.

La kawa tambien.

Poco a poco se va acercando a mi perpendicular.

La luz de seguridad parpadea en mi interior. Algo no me gusta. No se si es la violencia que ha demostrado el tio de la kawa al acercarse tan rapido saltando casi literalmente varios coches. No se si es el tamaño o el desorden físico que aparenta.

Tranquilo. No hay prisa. Disfruta.

Aprieto con cierta violencia la maneta del freno delantero.

En la complicada maniobra no tengo tiempo para verle.

La kawa queda atrás. El Capi vuelve a acelerar colocándose en su popa.

El de la kawa comienza a hacer aspavientos que insinuan todo menos algo bonito.

Dejo que se aleje.

Desciende la velocidad

La luz de alarma de mi interior ya no parpadea y comienza a dar paso a un leve tono rojizo.

Desciendo la velocidad.

Tranquilo. No hay prisa. Disfruta.

Me duele el brazo.

Me duele la muñeca.

Comienza a dolerme un poco el pecho.

Son los nervios, me digo.

La kawa se aleja.

Dejo que varios coches nos separen.

Tranquilo. No hay prisa. Disfruta.

¿Que pensará el sujeto de la kawasaki?. ¿No se le ha ocurrido que su "deportividad" inicial me asustó? ¿Acaso le asuste yo a él?. ¿Que quería que hiciera?. ¿No existir?

Yo aún sigo haciendo aspavientos en mi memoria.















publicado por Altair a las 19:31 del 30.09.08 en General